La vida de las imágenes
Los huicholes io wixaritari (wixarika en singular) son uno de los pueblos indígenas de México en torno a los cuales se han construido más estereotipos. Se ha dicho de ellos que son en su mayoría chamanes-artístas, que conservan costumbres prehispanicas, que son una suerte de eslabon perdido entre los antiguos pobladores de Mesoamérica y los grupos actuales y que son los mexicanos más auténticos, entre otras afirmaciones que han contribuido a crear en tornoa este pueblo una suerte de aura con la cula ellos han apredido a moverse. Pero, ¿quiénes integran el pueblo huichol y porque se han acuñado en torno suyo tantos discursos idealizados?
Asentados en el Gran Nayar - región que comprende las regiones de Nayarit, Jalisco, Durango y Zacatecas - y en la región que habitan, además de los huicholes, coras tepehuanos del sur y mexicaneros - se trata de un grupo de gran vitalidad, "descubiertos" por la entonces naciente ciencia antrópologica a finales del siglo XIX. Carl S. Lumholz, León Diguet, Kondar Theodor Preuss y Robert M. Zingg reunieron las primeras colecciones de lo que podía llamarse el estilo clásico huichol, formadas por bordados y tejidos, además de objetos rituales entre los que destacan esculturas de madera y piedra, flechas votivas y jícaras adornadas con chaquiras. Estos aservos se encuentran resguardados en lso museos de Nueva York, Chicago, París y Berlín.
Los huicholes más allá de los estereotipos, se ha dicho de ellos que son en su mayoría chamanes y artistas.
Aquí comenzó la fama internacional del pueblo huichol, pero fue sobre todo hace poco más de cuarenta años, con el origen de los movimientos contraculturales de los Estados Unidos, que el arte wixarika vio los origenes de este gran auge, un verdadero boom. Se comenzarón a producir tablas multicolores elaboradas de estambre (yarn paintings) que representaban chamanes huicholes y las figuras zoomorfas o antropomorfas de un complejo pantéon. En estas piezas los persionajes cantan y manipulan objetos rituales. De manera similar a muchos sistemas iconograficos prehispánicos amerindios, no siempre es claro si se trata de chamanes o dioses, chamanes identificados con dioses o dioses trabajando con chamanes.
Lo que hace al arte huichol especialmente atractivo para los horizontes de la contracultura es su estética que refleja experiencias basadas en el uso del hikuri (Lophophora williamsii, peyote), uno de los alucinógenos que atrapo la atención de estos grupos ávidos de experiencias que reunieran la búsqueda interior con el extásis. Así los nombres de las divinidades huicholas se convirtieron en parte de la culture generales hippie, lo mismo que algunos de los objetos rituales de este pueblo. Nadie entre Berkeley y Zipolite, Taos y Tepoztlan cionfunde a Kauyumarie con Tatewari. La palabra mara´kame que designa al especialista ritual huichol, suele pronunciarse y pluralizarse de manera equivocada, pero todo mundo sabe que se trata de un chamán que usa "hikuri". En este momento algunas imagenes de arte huichol comenzaron a reproducirse y se convirtieron en iconos que aparecieron en portadas de libros sobre temáticas muy variadas, en cubiertas de discos, en diseños de moda etcétera.
Pero para comprender la compleja imágen de los huicholes en el mundo índigena hay que apuntar a la construcción de otro estereotipo: la clase media mexicana indigenista que los considera "el grupo más mexicano". Como señala Paul Liffman (2003; 2011; 2012) Los huicholes han asumido este papel. Saben que son el otro de su otro y conocen su imagen exterior.